Polonia, ¿es el Centro o el Este de Europa?
- Pablo Díaz Gayoso
- hace 5 días
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¿Dónde se encuentra el centro de Europa?
La respuesta a esta pregunta no es clara, ya que varía según el momento, el lugar y la persona a quien se le pregunte. Si le preguntamos a un polaco, responderá con total seguridad que el centro de Europa se encuentra en Varsovia, y, al observar el continente en un mapa, sus razones parecen comprensibles. Europa comienza al oeste en el Cabo de Roca (Portugal) y termina al este en los montes Urales (Rusia); en el centro, efectivamente, se encuentra Polonia.
Sin embargo, cuando hablamos de Europa, normalmente la asociamos con un conjunto de países que comparten valores comunes. Si consideramos Europa como una idea, una promesa de progreso democrático, liberal e inclusivo, entonces las fronteras de lo que significa ser parte de ella se vuelven más flexibles.
En 2015, el partido Ley y Justicia (PiS) llegó al poder en Polonia, marcando un cambio de rumbo radical para el país. Se trata de un partido antiliberal, ultraconservador, euroescéptico y con una fuerte influencia de la Iglesia Católica. Además, forma parte del eurogrupo de los Reformistas y Conservadores Europeos (ECR), liderado por Giorgia Meloni (FI). Durante los ocho años de gobierno del PiS, Polonia se convirtió en una democracia iliberal con una clara tendencia autoritaria.
Entre las medidas impulsadas por el partido destacan:
La reforma del poder judicial, que otorgó al Ministro de Justicia la potestad de nombrar y despedir a todos los jueces.
La modificación de la ley del aborto para prohibirlo en todos los supuestos, excepto en casos de peligro para la salud o vida de la madre y violación.
Protestas contra la ley del aborto promovida por el PiS (2022) Una resolución del Tribunal Constitucional nombrado por el PiS que estableció la primacía del derecho polaco sobre el europeo.
La declaración de ciertas zonas como "LGBT Free Zones" por municipios controlados por el PiS, con persecución de activistas y miembros del colectivo.
La conversión progresiva de la televisión pública en un órgano de propaganda del partido, utilizada para atacar a la oposición.
La retórica antiinmigración y la violación de los derechos de asilo durante la crisis en la frontera con Bielorrusia en 2021.
Por todo ello, entre 2015 y 2023, Polonia, con su política de fomentar el POLEXIT, parecía estar más fuera de las fronteras europeas que dentro, y el centro del continente se alejaba de Varsovia.
No obstante, en 2023 el rumbo del país cambió. El conflicto en Ucrania influyó en la psique colectiva de una nación con una histórica sensación de inseguridad respecto a sus vecinos. Aunque inicialmente el gobierno del PiS apoyó incondicionalmente a Kiev, su postura se modificó cuando el tránsito libre de grano ucraniano perjudicó a los agricultores polacos, un sector clave de su base electoral. Como resultado, Varsovia bloqueó el paso terrestre del cereal ucraniano, poniendo en riesgo su salida hacia África y Oriente Medio, e incluso suspendió la ayuda militar a Kiev.
Poco después de esta crisis, que alcanzó su punto álgido en septiembre de 2023, el PiS perdió por un estrecho margen las elecciones parlamentarias de octubre. El nuevo gobierno está liderado por el exprimer ministro (2007-2014, 2023 -...) y expresidente del Consejo Europeo (2014-2019), Donald Tusk. Él y su partido, Plataforma Cívica (PO-EPP), no cuentan con mayoría en el Sejm, por lo que han formado una coalición con PL2050 (democristianos de centro atrapalotodo), el Partido Popular Polaco (agrario) y Nowa Lewica (centroizquierda). Esta coalición, encabezada por Tusk, está reorientando el país hacia una posición más cercana a Bruselas y más alineada con el liberalismo democrático que la de sus predecesores.
Sin embargo, enfrenta un obstáculo: la cohabitación con el presidente de Ley y Justicia, Andrzej Duda.
Los poderes del Presidente de la República en Polonia son limitados; no es un sistema como el de Francia o Estados Unidos. Su rol es mayoritariamente ceremonial, aunque cuenta con varias prerrogativas más allá de colocar su firma en documentos. El Presidente tiene iniciativa legislativa, poder de veto—que sólo puede anularse con una mayoría de tres quintos en el Sejm—y la capacidad de enviar leyes al Tribunal Constitucional. Desde el regreso de Tusk al gobierno, Duda ha bloqueado gran parte de su programa legislativo, generando un desgaste significativo.
Este domingo se celebra la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en las que se elegirá al sucesor de Duda en la jefatura del Estado. En la primera vuelta, tres grandes candidaturas se disputaron el voto:
Rafał Trzaskowski (PO), alcalde liberal de Varsovia, que obtuvo el 31.36%.
Karol Nawrocki, historiador independiente respaldado por el PiS, que obtuvo el 29.54%.
Sławomir Mentzen (Konfederacja), libertario ultraderechista, con el 14.81%.
La competencia se centra en dos modelos: uno que sitúa a Polonia en el centro de Europa, representado por Trzaskowski, y otro, defendido por Nawrocki, que la orienta hacia el este.
Trzaskowski es un político experimentado, ministro entre 2013 y 2015 y alcalde de la capital desde 2018. Es repudiado por los conservadores por su promoción de Varsovia como una ciudad abierta, europea, pro-LGTBI+ y aconfesional.
Por otro lado, Nawrocki ha protagonizado varias polémicas. En marzo se reveló que había aparecido en un programa de televisión disfrazado y bajo un seudónimo para promocionar un libro sobre crimen organizado. Posteriormente, se conoció que se había apropiado indebidamente de un apartamento, participado en peleas entre hooligans, conseguido prostitutas en un hotel de lujo del Mar Báltico donde trabajaba como guardia de seguridad, y cometido presuntas irregularidades en la gestión de fondos del Instituto de la Memoria, que preside desde 2021.
El tercer candidato no ha expresado su apoyo a ninguno de los dos finalistas, pero su base electoral parece inclinarse más hacia las tesis ultraconservadoras del PiS que hacia Plataforma Cívica. Las últimas encuestas apuntan a un empate técnico con una ligera ventaja para Trzaskowski.
En las recientes elecciones rumanas del 4 de mayo, una consulta similar favoreció la opción europeísta. ¿Seguirá Polonia el ejemplo rumano o volverá a mirar hacia el Este?
Muy interesante!
La suma de los tres primeros candidatos da un 75% del total. ¿El 25% restante son todavia de más extrema derecha o en Polonia quedan todavía personas civilizadas?